La de hoy es probablemente la herramienta más subestimada pero, a la vez, la más efectiva del mundo. Algunos la conocen como journaling, aunque también se refieren a ella como “diario de bordo”, “think tank”, “bulletproof” o simplemente diario.

Acá te explicó sus diferentes formas, y cómo algunas figuras renombradas de la historia hacían uso de la misma.


El inicio.

Aunque siempre me encantó escribir, el journaling llegó muy tarde a mi vida. De hecho, fue a partir de un evento con mi sobrino menor que empecé a considerarlo; te cuento la historia:

Un día en un paseo de coche, mi sobrino que siempre estaba contento y cantando, parecía demasiadamente callado. Intenté sacarle sonrisas con cualquier distracción, música, pequeños juegos de erguir las manos en los puentes, y nada…

Así que le pregunté si estaba triste por algo que le había pasado, y su respuesta fue: - no es nada tía; solo traigo muchas cosas en mi cabeza.

Ok, eso parecería normal para una persona adulta; pero mi sobrino, en ese entonces, ¡tenía 8 años!; en mi mente solo se me ocurría pensar ¿Qué un niño de esta edad puede tener en mente más que jugar y divertirse?

Después de una breve risa ante lo que acababa de escuchar, me fijé en su expresión, y me di cuenta de que hablaba en serio; le pregunté entonces qué era lo que le estaba preocupando. Para resumir, me contó una larga lista de compromisos con la escuela y actividades extracurriculares, incluyendo clases de música, ejercicios físicos, un concurso en el que participaría, una fiesta de cumpleaños de un amigo el fin de semana, el viaje de campamento en seis meses, etc. Fue en ese momento cuando mi cerebro se bloqueó, y ya no pude prestar atención a nada más que me estaba diciendo.

Eran demasiadas cosas, que yo no tenía noción que un niño de esa edad pudiera traer en mente. Sabía que él tendría que “descargar” todos esos pensamientos, pero estaba deseosa que pudiera hacerlo solo, porque yo no estaría siempre acompañándolo; así que le sugerí escribir todo en papel, cuando llegáramos al lugar donde íbamos. Con algo de reclamo inicial, lo hizo, y no podía creer cómo en 20 minutos su expresión facial se había transformado. Parecía más tranquilo, y ya se estaba divirtiendo nuevamente.

 

Vida Ejecutiva.

Probablemente pasaron pocos meses de dicho evento y, para mi sorpresa, me encontré en una situación similar … con la mente completamente saturada. Tenía una sobrecarga de responsabilidades en el trabajo y, al querer abarcar más de lo que podía manejar, sumé otras que ni siquiera debían estar en mi radar.

Mis noches se veían comprometidas; no lograba dejar de pensar. Eran los asuntos pendientes, pero también nuevas ideas de cosas que podría implementar. Cuantos mayor era el número de libros que leía, más creativa me ponía, y mi mente pasaba horas intentando conectar los nuevos aprendizajes con los desafíos que traía.

Con el tiempo, mi contenedor mental parecía estar completamente lleno. 

Fue entonces cuando recordé el episodio con mi sobrino, y me di cuenta de que necesitaba aplicar la misma fórmula que había funcionado en aquel entonces. Solo tenía que escribir... pero deseaba hacerlo como los profesionales.

Después de horas de búsqueda en internet, descubrí unos 18 modelos de journaling; desde los utilizados por las figuras más renombradas del mundo, hasta aquellos desarrollados por artistas (con cuadernos e ilustraciones increíbles).

Probé varios de ellos, y terminé descubriendo que cada uno tenía una función específica. Así como la meditación, mi vida ejecutiva cambió por completo, después de empezar a utilizar los formatos adecuados en los momentos precisos.

Mi mente pasó a estar más organizada, con enfoque claro, y yo mucho más serena.


Los tres métodos que me funcionan.

El modelo que empecé utilizando fue uno llamado “Think Tank”; digamos que es un formato de escrito más estratégico e intencional; también conocido como laboratorio de ideas. La forma de hacerlo es tomar un problema en específico, que estés intentando resolver, o una meta hacia la que estás trabajando, y hacer un brainstorming (lluvia de ideas) sobre ello; en esta fase hay que fluir, sin preocuparse con la organización de la información.

Una vez que escribas varias ideas sobre el tema, empiezas a agruparlas en categorías relacionadas; eso te da el panorama general y no te deja olvidar nada relevante; por ejemplo, si quieres resolver un problema sobre un proyecto, podría ocurrirte pensar solo en el impacto para la empresa o en el presupuesto disponible; pero al aplicar este método, llegas más lejos, piensas en todos los stakeholders involucrados - colaboradores, proveedores externos, cambios políticos y otros -, lo que aumenta tu capacidad de decisión.

Una vez que hayas agrupado la información, procedes a analizar e identificar los problemas principales, los cuales suelen ser la raíz de los efectos en otros aspectos, así como patrones; lo que te permitirá generar ideas para explorar otras áreas.

El think tank finaliza con un breve resumen de tu análisis y cualquier paso de acción que hayas identificado. Es fenomenal para activar tu creatividad y estar más atento al escenario completo (big picture).

Algunas personas famosas que han utilizado dicho método son:

Ese formato de escrito te deja las ideas más claras, pero a menudo hace que la mente quede aún más activa y creativa. O sea, es difícil que este método te tranquilice, en caso de que sea lo que estés buscando.

→ Mi segundo formato de journaling se llama Bulletproof 

Este modelo se enfoca principalmente en la auto-reflexión y el autoconocimiento. Para lograrlo, se crean secciones específicas como "metas, reflexiones, tareas, rutinas, citas inspiradoras, aprendizajes, etc." que te ayudan a mantenerte en el camino correcto (on track), con tus tareas y eventos más importantes.

Es la mejor forma de medir tu progreso en el cumplimiento de tus hábitos y metas a corto plazo, y también te brinda espacio para hacer reflexiones personales; por ello, termina por ayudarte en tu crecimiento personal y tener un registro valioso de tus pensamientos y sentimientos en el pasado. De esta manera, puedes mirar hacia atrás en cualquier momento y ver cómo has evolucionado con el tiempo.

Algunas personas que utilizan dicho método son:

Este método Bulletproof está muy enfocado en que te permitas hacer una revisión interna, percibas tus motivadores personales y aprendas más sobre ti mismo.

Hay muchas formas de llevarlo a cabo; puedes usar un cuaderno y escribir, colorear, crear marcadores, etc., o hacerlo en algún aplicativo en la web. Yo ya lo apliqué en varios formatos, y hoy utilizó dos apps para ello: Notion y DayOne. En la primera tengo mis metas; soy muy precisa en seguirlas y poner comentarios de lo que está funcionando o no; es mi campo más creativo, donde almaceno nuevas ideas para escritos, o aprendizajes, citas, etc.

En DayOne, suelo poner más fotos de eventos, y también lo utilizo como journaling de gratitud y de momentos memorables. Es bonito porque te permite crear pequeños álbumes, que puedes guardar como recuerdos de ciertos eventos.



Mi método favorito: Dumbledore.

Ok, ok, no salgas mencionándolo por el mundo; porque este método, al contrario de los demás, no existe como tal… yo lo cree.

Un día, viendo a una película de Harry Potter, aparece en escena lo que te relataré a continuación:

“Dumbledore estaba en la sala con Harry Potter, hablando sobre algo muy importante; en eso, el mago se disculpa por un momento y camina hasta lo que parecía ser una tina de agua.

Al momento pone su varita mágica en la lateral de su cabeza, y empieza a extraer todo tipo de pensamientos. Mira la tina, y ahora todo lo que traía en mente se ve reflejado en el agua. Los pensamientos parecían chocarse unos con otros, en una desorganización total; historias de años atrás, combinadas con personajes y eventos recientes, se movían de un lado a otro, con una riqueza de detalles increíble.

Mientras eso pasaba en la tina de agua, la expresión de Dumbledore era de mucha paz interna y tranquilidad”.

Me acuerdo perfectamente, que era de noche, y me sentí conmocionada al ver esta escena; ya que resumía perfectamente lo que el journaling significa para mí: una forma de descargar todos los pensamientos y dejarte en paz consigo mismo.

Este método es lo que uso todos los días de mi vida hace años y, a la vez, lo más sencillo. Te explico como debes hacerlo:

Toma papel y pluma (es importante que sea escrito a mano), y formula la siguiente pregunta en el tope de la hoja: ¿Cómo me siento en este momento? o ¿Qué es lo que me preocupa?

Acto seguido, deja que salga todo lo que te angustia. No intentes controlar nada. No es un escrito de planeación, tampoco de control o tracking de metas. Míralo, si así lo deseas, como una descarga de lo que traes en mente, como si tuvieras una varita mágica y pudieras poner en el cuaderno todo que está en tu cabeza y aligerar las preocupaciones.

Lo usó de diversas formas:

  • Al despertar. Algunos estudios indican que tenemos cerca de 50,000 pensamientos por día. De ellos, cerca de 80% son negativos y se repiten día tras día; o sea, es como si te despertaras y tu cuerpo ya te recordara las cosas negativas, para que estés mejor preparado para enfrentar tu día. Así que escribir en las mañanas te ayuda a estar más centrado y a tranquilizar tu mente.
  • Durante el día. No tengo un horario en específico; cada vez que siento que mi mente está cargada con muchos pensamientos, simplemente pongo las preguntas mencionadas y dejó salir todo.
  • Entre conversaciones. Esta es una práctica que adquirí como una forma de respeto a cada persona que está frente a mí: escucharla de forma activa, estando presente al 100%. Sería imposible estar en ese estado mental, si he finalizado una junta y ya me lanzó a otra. Estaría con los asuntos pendientes en la cabeza o cualquier emoción que haya sido producida. Pero, al escribir, puedo garantizar que no me perderé los compromisos que asumí con nadie, y estaré “descargada” para la próxima conversación, honrando la persona que tengo frente a mí.

No puedo explicar suficientemente cómo los distintos modelos de journaling cambiaron positivamente mi forma de liderar mis negocios y mis relaciones. Considero que, dentro de todo, es un acto de respeto contigo mismo y con los demás.

No es necesario que dediques horas a ello. Yo lo hago de esta manera:

  • Los sábados tengo mi planificación completa en Notion, lista para la semana; haciendo que solo me tome unos pocos minutos todos los días, hacer apuntes y marcar las actividades completadas.
  • Durante la semana, dedico 15 minutos en las mañanas a escribir (usualmente me alcanza para dos o tres páginas de escrito). No necesitas más tiempo, ya que después de un periodo tu mente se acostumbra y las ideas fluyen con facilidad. Algunos días, hago el “combo”: ejercicios + meditación + journaling Dumbledore + Think Tank, lo cual toma alrededor de una hora, y me ayuda a tener una jornada imparable.
  • Durante el día, me permito unos minutos entre interacciones con los clientes para "limpiar mi mente"; con 5 minutos son suficientes, y puedo notar que estoy totalmente centrada en quien está frente a mí.

Si estás dispuesto a comprometerte y ser constante en su práctica, te garantizo que verás resultados también en tu liderazgo. No dudes contactarme si necesitas ayuda.

Además, te recomiendo leas los siguientes libros.

  1. El camino del artista (The Artist's Way) de Julia Cameron - explica el journaling como una guía para la creatividad y la expresión personal.
  2. El diario de gratitud (The Gratitude Diaries) de Janice Kaplan - habla sobre cómo llevar un diario de gratitud durante un año; la ayudó a encontrar más felicidad y satisfacción en la vida.
  3. El poder de escribirlo (The Power of Writing It Down) de Allison Fallon - cuenta como el acto de escribir trae beneficios para la salud mental y emocional, y presenta ejercicios prácticos.

“Writing is medicine. It is an appropriate antidote to injury. It is an appropriate companion for any difficult change.”

- Julia Cameron

| Un nuevo mundo.

Imagina poder despertar en las mañanas y, antes mismo de tu desayuno, sentir una energía increíble, que te proporciona: confianza, claridad mental, equilibrio emocional y te hace más feliz.

Si alguien quisiera venderme algo, solo con ese enunciado seguro yo lo compraría; pero esto se pone aún mejor, porque todo lo mencionado tú mismo lo puedes generar, sin ayuda de nada externo.

Te habló de la Meditación Transcedental (TM); y hoy conocerás lo que verdaderamente pasa en tu cerebro, tras “bambalinas”, cuando la practicas, y por qué los beneficios mencionados son incuestionables.

Espero que termines tu lectura inspirado (a); seguramente no estarás solo, porque he aquí la lista de celebridades (incluyendo CEOs) que son declaradamente adeptos de la practica: Hugh Jackman, Ellen DeGeneres, Cameron Diaz, Gisele Bündchen, Jennifer Aniston, Kate Hudson, Gwyneth Paltrow, Oprah, Sheryl Crow, Paul McCartney, Clint Eastwood, Mick Jagger, Katy Perry, Tom Hanks, Jerry SeinfeldRay Dalio (Bridgewater), Jeff Weiner (Linkedin), Marc Benioff (SalesForce), Arianna Huffington (Thrive Global), etc.

Transcendental Meditation helps successful people remain at a high level of functioning and think innovatively, as well increasing clarity, focus and resilience”

Bob Roth


El poder ilimitado de tu cerebro.

Empecemos con datos curiosos: ¿Sabías que en nuestro cerebro hay más de cien mil millones de neuronas, y que cada una de estas puede establecer alrededor de 10,000 conexiones con otras? ¡Hay más de estas uniones en nuestro cerebro que galaxias en el Universo!

Pero no hay motivos para celebrar, ya que no permanecemos con ellas toda la vida; algunas se fortalecen y otras mueren. Aquí algunas notas interesantes del libro El Cerebro, de David Eagleman:

Al nacer, las neuronas de un bebé son dispares y están desconectadas; esta condición va cambiando, a medida que asimilan información sensorial. En el cerebro de un recién nacido, a cada segundo se forman hasta dos millones de nuevas conexiones neuronales, llegando a cien billones a la edad de dos años.

Esas son más sinapsis de las que quizás necesitará en toda su vida; nuestro cerebro lo sabe, y nos ayuda haciendo una “poda” neuronal. O sea, a medida que maduramos, un 50% de estas uniones intercelulares se eliminan, porque no las usamos ni necesitamos. El otro 50% se fortalece, dado que son las que empleamos y requerimos para adaptarnos a nuestro medio ambiente.

O sea, 50% de estas sinapsis se va… pero, puedes imaginar, qué sucedería si evitáramos que estas se anularan ¡Nuestra capacidad seria infinita!

La buena noticia es que nuestro cerebro está preparado para seguir generando neuronas y conexiones, hasta pasados los 80 años. Sin embargo, hacerlo exige algunos cuidados de nuestra parte; por ejemplo, ayudarlo en su capacidad de adaptación y desarrollo (lo que conocemos como neuroplasticidad).

Esta plasticidad cerebral es la capacidad que tiene el cerebro para recuperarse, reestructurarse y adaptarse a nuevas situaciones (lo que ya imaginarás que, en nuestro mundo de abrumadora cantidad de información y velocidad vertiginosa, es algo fundamental).

De hecho, al entrenar la plasticidad cerebral es posible que algunos trastornos neuronales mejoren o que se ralenticen los efectos de patologías como el Parkinson, el Alzheimer, la Esclerosis Múltiple o el TDAH.


El camino equivocado.

Lo más interesante es que cuando pensamos en plasticidad (nuevas conexiones), nuestra mente tiende a creer que lo que necesitamos es seguir estimulando nuestro cerebro con más información. Tal vez eso ocurra, porque mucho de lo publicado acerca del tema invita a que “entrenes la mente”.

Pero este, desafortunadamente, es solo parte del camino; ejercitar la mente es, sin duda, no quedar vegetando frente a una pantalla (por ello, leer y hacer actividades que te desafíen son importantes), pero entrenar también significa silenciarla. Las conexiones, de que tanto hablamos, necesitan “espacio” para realizar las sinapsis (de aquí que te despiertes más inteligente cada día, porque es en periodos de silencio - como cuando duermes - que tu cerebro hace las conexiones).

Por esta razón es que, si deseamos ser intencionales en el “entrenamiento del cerebro, para generar neuronas”, debemos cultivar periodos de silencio; y es ahí, dónde entran a jugar un importante papel los procesos meditativos. Lo más interesante es que cuando pensamos en plasticidad, nuevas conexiones, nuestra mente tiende a creer que lo que necesitamos es seguir estimulando nuestro cerebro con más información. Tal vez eso ocurra porque mucho de lo que publicado acerca del tema, invita a que “entrenes la mente”.

Una forma en la que puedo invitarte a pensar, es imaginar un globo de nieve (los que solemos sostener en navidad). Observa que cuando lo agitas, toda aquella “nieve” adentro se queda dispersa, va para todos lados; así son nuestros pensamientos del día a día. Sin embargo, cuando dejas de mover el globo, no tienes que hacer ningún esfuerzo adicional para decidir dónde cada copo de nieve debe pararse. Ellos por sí solos, se acomodan. Así pasa con nuestra mente; cuando dejamos de tenerla agitada con tantos pensamientos e información, las ideas van organizándose por sí solas y, de la nada, te sientes más inteligente, creativo y conectado.


El camino correcto.

Si el camino es silenciar la mente y producir calma interna, cualquier proceso meditativo es positivo; para saber por cuál optar, hay que estudiar un poco sus efectos (o sea, el patrón de ondas que son activadas). Un estudio, publicado en el Journal Consciousness and Cognition, identificó las siguientes distinciones:

Yo, como comenté en ediciones anteriores, he probado muchos estilos de meditación, y lo que puedo decir es que los dos primeros estilos son lo que llamamos contemplativos, mientras la TM no exige concentración, control, monitoreo de pensamientos o del número de respiraciones, ni siquiera intentar poner la mente en blanco.

Es todo muy natural y sin esfuerzo; por esta razón, considero que, de todas, la TM es la practica más sencilla.


Qué pasa realmente en el cerebro.

Es increíble escuchar qué TM permite acceder a la Conciencia Pura (o nuestro campo de inteligencia interior). Lo que podría parecer algo místico o de principios religiosos, en realidad tiene una explicación muy práctica: donde te enfocas, tiende a crecer. O sea, cuando se deja de intentar controlar la respiración, el ambiente o los pensamientos, es como “permitirse ir a lo más profundo”; en este espacio, aunque quieras, no estás poniendo atención intencional a nada  y, al no hacerlo, la mente te lleva a conectar con la sabiduría interna y desbloquearla.

Pero eso es solo el principio…

Se ha descubierto, a través de estudios de electroencefalograma, que durante la práctica de la TM se pone en funcionamiento las conexiones neuronales en todo el encéfalo. Es lo único que prácticamente “enciende todo el cerebro”, haciéndolo funcionar de forma más integrada y coherente. 

La coherencia es lo que activa las ondas Alpha (que son lentas, como de un descanso y restauración del cuerpo) y, ayudan a traer calma interna, retener aprendizajes y activar creatividad. Es como un puente del mundo exterior al interior (y viceversa).

En ese estado, también se activan una serie de hormonas asociadas a la felicidad (como endorfinas y serotonina). O sea, estamos re-creando el cerebro con la práctica de TM y elevando nueva salud, felicidad e inteligencia interna.

Aquí tienes un video corto, dónde puedes apreciar un scan (EEG) y lo que pasa con el cerebro sin TM o acompañado de ella. Al principio es como si todo funcionara de forma aislada; yendo cada uno de los lados (derecho e izquierdo) de tu corteza prefrontal (cerebro ejecutivo) a su propio ritmo; pero cuando practicas TM este órgano se reorganiza, y las frecuencias y ritmo pasan a ser lo mismo; eso desactiva tu amígdala (que está buscando peligro en todo), hace que reacciones menos a las situaciones externas y te abre espacio mental para crear nuevas conexiones.

Dejas de estar “fragmentado” y, por ello, los beneficios anteriores se hacen evidentes. Es un tipo de meditación probada científicamente; hay más de 700 estudios realizados en 250 Universidades e Institutos en todo el mundo.

Además, grandes empresarios, como Ray Dalio, han adoptado esta forma meditativa; no solo para sí, sino también para su empresa. Para él este es el mejor regalo que uno puede dar a alguien; y yo no podría estar más de acuerdo, así que, aquí tienes….


… la sorpresa de hoy.

¡Finalizó con un regalo especial!

Un video, con detalles adicionales, acerca de cómo la TM puede ayudarte a ser un mejor líder e incrementar tu éxito personal y profesional; su funcionamiento, en la práctica, y un breve ejercicio para que te permitas disfrutas la experiencia.

Aquí recursos adicionales:

1) Un océano ilimitado de la conciencia: respuestas sencillas a las grandes preguntas de la vida, Dr. Tony Nader

2) Marma Therapy, Dr. Ernst Schrott

“En ningún lugar encuentra el hombre refugio más apacible, más tranquilo, que en su propia alma; sobre todo cuando atesora aquellos bienes que, con una sola ojeada, nos devuelven en seguida la libertad del espíritu; lo que no es otra cosa que el estado de un alma bien ordenada. Concédete pues, constantemente, este descanso y rehazte con él”.

Marcus Aurelius - Meditaciones

 

¿Te has preguntado alguna vez por qué te sientes con mucha energía en el trabajo, pero al terminar el día estás agotado y sin ganas de hacer nada? O, al contrario, ¿por qué te sientes lleno de entusiasmo mientras estás distraído, pero cuando tienes que enfrentar tareas laborales tu energía se desvanece?

Es un desafío más común de lo que puedes imaginar; y cuidar de la energía tiene relación directa con tu productividad.

Superar esta fluctuación emocional no siempre es sencillo, especialmente si no sabes en qué enfocarte. Yo viví algo similar hace algunos años; pero he aprendido algunos modelos mentales, que me han ayudado a encontrar un buen balance.

Como resultado paso más horas de mi día siendo creativa, tengo comunicaciones más saludables y menor desgaste de energía.

Si es un tema que te inspira, aquí te comparto tres modelos mentales que utilizó:

 

Modelo I – Pareto al Extremo (Extreme Pareto)

Todos hemos experimentado momentos de alta energía; pero no siempre ponemos atención a las rutinas que nos llevan a ello.

Yo me di cuenta de que, para mí, era una combinación de muchos factores: una buena noche de sueño, cumplir con ciertos hábitos (ejercicio, meditación, journaling, baños fríos), reconectar con mi propósito cada mañana y comenzar el día aprendiendo algo nuevo (podcast, libros, etc.).

Al hacerlo, me sentía imparable; sin embargo, debido a que la vida no es lineal, era casi imposible mantener este ritual diariamente.

Así que comencé a aplicar la Ley de Pareto que todos conocemos (la menor cantidad de acciones - el 20% - puede generar la mayoría de los resultados - el 80%). Mi 20% se redujo a cuatro actividades, en lugar de todas las anteriores; pero, aun así, en días más ocupados, aunque intentara hacerlo en otros horarios, no era posible.

Fue entonces cuando, leyendo el libro "The One Thing", aprendí el concepto del Pareto Extremo; consiste en aplicar el 20% sobre el 20% que ya hayas descubierto, hasta que puedas llegar a la acción principal -la más importante de todas-. En mi caso, aunque me encanten todos los hábitos, sin duda, si no priorizo dormir bien siento impacto directo en mis niveles de energía.

"Pareto extremo" es la mejor forma para llegar a lo que realmente importa.

También puedes usar este modelo mental de manera opuesta, identificando lo que efectivamente quita tu energía. Por ejemplo, puedes darte cuenta de que estar en ambientes ruidosos te afecta más que lidiar con personas conflictivas; o que no tener claridad en tus objetivos produce más distracciones que tener muchas interrupciones en un día.

Si deseas tener niveles óptimos de energía, y aumentar tu productividad, identifica qué rutinas te ayudan a estar en dicho estado y cuáles son las causas que te apartan de él. Luego aplica el Pareto Extremo, para llegar al elemento más importante en ambos casos. 

“A veces es la primera cosa que haces; otras, la única cosa que haces. Sin embargo, hacer siempre lo prioritario es lo más importante” - Garry Keller

 

Modelo II – Los Círculos de Competencia (Circle of Competence)


Comprender tu círculo de competencia te ayuda no solo a evitar problemas, 
sino también identificar oportunidades de mejora y aprender de los demás.

Este modelo mental sugiere que debemos enfocarnos en nuestra mayor habilidad (en lo que hacemos bien), en lugar de concentrarnos en nuestras debilidades. Puede parecer obvio, pero a menudo somos nuestro peor enemigo, y el síndrome del impostor está allí para confirmarlo. Es fácil entrar en dudas mentales sobre si uno tiene o no la capacidad de lograr algo.

El círculo de competencia se hizo popular gracias a Warren Buffett; en él se identifican las acciones a tomar en cuenta para realizar un proyecto con éxito en un nuevo mercado. Pero aún más importante, se detecta dónde uno cuenta con verdadero expertise y cuáles actividades debe delegar o subcontratar.

Puedes utilizar dicha idea en cualquier área de tu vida.

En mi caso, lo aplicó invirtiendo más tiempo en lo que sé que está dentro de mi "zona de mayor creatividad”; lo que además de mantenerme con altos niveles de energía, también me produce mayor confianza en lo que estoy haciendo. Si deseas lo mismo, sigue lo que decía el legendario Tom Watson, fundador de IBM:

"No soy un genio. Soy inteligente en algunos lugares, y me quedo en esos lugares."

Modelo III – El Primer Principio (First-Principles Thinking)

First-Principles, es una de las mejores formas de aplicar ingeniería inversa 
a problemas complicados y dar rienda suelta a la posibilidad creativa.
Este modelo mental era usado por Aristóteles, pero se popularizó a través de
Elon Musk; refiere una forma de analizar un problema desde sus raíces
fundamentales (en lugar de asumir o suponer las razones por las cuáles ocurre).

La mejor forma de utilizar dicho modelo es a través del “socratic approach”, que consiste en hacer preguntas muy básicas; acá un ejemplo:

Yo sentía que tenía un problema; no lograba realizar la cantidad de actividades que me proponía para el día (en algún momento de la mañana, se bajaba completamente mi energía). Haciendo algo de introspección, mi mente asumía que era por algo acerca de mi alimentación; pero, por más que hiciera ajustes, no parecía que era el problema principal.

Entonces, empecé a cuestionar: ¿Por qué pienso qué es la alimentación? ¿Si fuera lo opuesto, y los alimentos me están dando energía?¿Qué otras actividades de la mañana pueden llevarme a reducir energía? ¿Cómo puedo estar segura de que alguna de estas actividades son las responsables? etc.

Una vez que aplicas este enfoque es fácil detectar el problema y, de ahí, ir a la causa raíz del mismo. En mi caso, descubrí que mis bajones de energía estaban asociados al exceso de información. Pasar mucho tiempo revisando newsletters y la lluvia de recomendaciones de nuevos libros o videos en internet me llevaba a un consumo exagerado de energía.

Si sabes dónde atacar, es solo usar creatividad para testar distintas soluciones hasta que el problema esté resulto.

Encontré una solución para el tema anterior, que a mí funciona increíblemente bien: tengo mi propio "consejo virtual" (Personal Board of Advisors), en el que selecciono los temas de mi interés, para aprender algo nuevo en el año o quedarme actualizada.

Para cada tema defino un grupo de expertos o "maestros", que me brindan el conocimiento que necesito.

En lugar de perder tiempo y energía, navegando en internet o realizando entrenamientos que repiten el mismo contenido, al ser selectivos en lo que consumimos, podemos ahondar en lo que realmente nos importa. Además, nos liberamos del síndrome del FOMO (miedo a perderse algo), ya que sabemos que con las pocas personas que seguimos podemos estar al día con las novedades.

Puedes resolver prácticamente cualquier problema utilizando el enfoque socrático y el primer principio.


Te invitó a que intentes utilizar dichos modelos:

https://www.youtube.com/watch?v=9ANXwkBP9Qo

¡Por una mente clara y mucha energía!

 

 

¿Cómo sería terminar tu día con sensación de logros, satisfacción y mucha energía para cuidar de ti mismo y de tu familia?

Las personas suelen creer que, con más horas libres en su agenda, podrían finalmente tener la energía para cumplir con hábitos o realizar las cosas que verdaderamente anhelan. Pero seamos honestos; no hay nada de verdadero en esta suposición, porque el problema nunca es el tiempo.

Suelo explicarlo a través de la siguiente metáfora:

Imagina que estás en una playa, y abres un hoyo en la arena muy cerca del agua. Si lo dejas así, ¿qué te imaginas que pasaría después de 30 minutos?

Bueno, algunas cosas son posibles. El agua del mar llegaría, y traería más arena para cubrir el hoyo; o algunos animalitos se animarían a entrar en él; o el viento arrastraría restos, que cubrirían el hueco.

Lo que difícilmente pasaría es que el espacio permaneciera abierto por mucho tiempo. Pues, es exactamente lo que suele pasar con una agenda vacía; si no se halla nada ahí… cualquier cosa está permitida entrar.

No es porque se tenga más horas libres en el día, que la vida se hace más sencilla. Uno mismo empieza a crear actividades, que no tienen relación directa con resultados y logros.

Por ello, saber dónde se invierten las horas es una de las cosas más beneficiosas que un líder puede hacer a sí mismo; el impacto es notable, no solo en su productividad sino también en el bienestar en general.


“Lack of direction, not lack of time, is the problem. We all have twenty-four hour days.”

- Zig Ziglar


Lo primero que puedes hacer, para notar donde está tu atención, es realizar una pequeña auditoria:

La idea es documentar, por 2 semanas, cómo utilizas cada hora de tu tiempo diario. Ciertamente eso te exigirá algo de disciplina, porque es importante ejecutar la acción al finalizar cada lapso (si planeas hacerlo solo al final del día, ya no te acordarás de las pequeñas fugas de tiempo).

Después que empieces a monitorear tus horas, pon en frente, para cada “bloque de tiempo”, dos columnas: una que indique tu nivel de satisfacción y otra con cuáles actividades estaban en las prioridades del día; algo como lo que sigue a continuación.

Al terminar el primer día, lo haces sucesivamente para los demás, hasta el final del ejercicio.

Intenta no sacar ninguna conclusión antes de las dos semanas; las jornadas diarias son muy variadas, y es importante que notes el patrón que existe (por ejemplo, puede que un día paraste todo por una emergencia que no era tu prioridad, y no te trajo satisfacción alguna, pero en otra mañana hiciste lo mismo, y te sentiste super bien por arreglar el problema de alguien más).

Una vez que tengas la fotografía completa, revisa con mayor precisión cómo inviertes tu tiempo, y si eso te está siendo emocional y productivamente beneficioso.


“The bad news is time flies. The good news is you’re the pilot”

- Michael Altshuler


Al finalizar tu análisis, es importante tomar decisiones:

No queremos caer en la trampa del “hoyo en la arena”, así que será momento de decidir cómo quieres invertir las horas de tu tiempo diario y tus recursos. Para lo cual tengo tres sugerencias:

  1. Todos los ejecutivos deberían tener espacio (físico y mental) para crear y responder a los eventos que ocurren. O sea, horas para idear y establecer estrategias que aceleren su negocio, que optimicen procesos, que encanten a los clientes, etc.; asimismo, tiempo para atender urgencias, hacer la gestión, coachear a la gente, etc. Usualmente la acción de crear es dejada de lado; justamente porque las prioridades de los demás terminan por invadir el espacio “vacío”, que se tenía en la agenda para hacer eso. Ya sea que apartes un día de tu semana solamente para ello o dos horas todas las mañanas, es importante bloquear este espacio para ti. Sentirás la diferencia en tus propios resultados.
  2. Sé intencional en que tu día te enorgullezca. Es sencillo… tan solo debes de preguntarte a cada mañana: Si no lograra en el día de hoy todo lo que tengo planeado, pero aun así me sintiera orgulloso por haber concluido UNA SOLA cosa, ¿qué actividad seria esta? Cuando te haces dicha pregunta, al iniciar tu día, tendrás consciencia de lo que es prioritario para ti, e intentarás concluirlo lo más temprano posible. Es una sensación increíble finalizar la jornada diaria habiendo realizado algo “intencional”.
  3. Crea el hábito de que antes de cerrar tus actividades el viernes, hayas realizado tu planificación de la semana siguiente, utilizando los conceptos que he mencionado anteriormente. Yo, de hecho, suelo hacerlo los sábados, porque estoy más tranquila mentalmente y puede ser más creativa. Encuentra lo que te funciona, y pon como regla no empezar tu semana sin saber exactamente lo que te gustaría crear, solucionar o finalizar en la misma.

La auditoría de tiempo puede sonar innecesaria; pero la mayoría de los ejecutivos terminan sorprendidos, al notar la cantidad de interrupciones que tienen durante el día o cómo invierten horas en proyectos que avanzan lentamente (parálisis por análisis).


Acá te dejó buenos recursos:

 

¡Por una vida con más horas y energía para el disfrute!

 

Hoy te hablo sobre un recurso, que ha sido el secreto detrás del éxito de grandes líderes, como Bill Gates, Steve Jobs, Bob Iger y Arnold Schwarzenegger, para alcanzar el rendimiento y productividad máximos en sus respectivas áreas. ¡El Flow!

En el campo deportivo, esta práctica mental de mayor consciencia es constantemente asociada a los medallistas olímpicos. También empresas y universidades han logrado impresionantes beneficios, implementando estrategias de flow. Observa los siguientes indicadores del proyecto The Flow Genoma (liderado por el director ejecutivo Jamie Wheal, especialista en Peak Performance y Liderazgo):

- Un estudio de 10 años de McKinsey encontró que los altos ejecutivos incrementan en 500% su productividad cuando están en estado de flow.

- Google también ha reportado beneficios significativos en la productividad y enfoque de sus colaboradores, mientras se encuentran en este estado; con un aumento del 70%.

- La Universidad de Sydney informó que hubo 430% de incremento en la creatividad y resolución de problemas.

- Muchas otras empresas han reportado, como parte del proyecto, mejoras en la satisfacción personal.

Lo que llama la atención es que, siendo algo tan beneficioso, aún es un tema que pocos conocen en profundidad; así que vamos a explorarlo:

 

Comprendiendo el Flow y el impacto en nuestra mente:

¿Alguna vez te has encontrado totalmente inmerso en una actividad, sin darte cuenta del tiempo que ha pasado?

Ese estado de consciencia es conocido como "flow" o, en palabras aún más sencillas, significa fluir con aquello que tienes frente a ti... como un acto de "rendirse" a lo que realizas en ese momento.
El resultado de tamaña concentración y enfoque hace que puedas ejecutar la actividad usando todas tus capacidades y fortalezas, dejándote con la sensación de satisfacción plena.

Al entrar en este estado de “fluidez”, muchas cosas pasan a nivel neurológico: se incrementan los niveles de dopamina y disminuye el cortisol. Se activa tu zona genius en la corteza prefrontal, ayudándote a resolver problemas y tomar mejores decisiones con mayor facilidad. Por si fuera poco, también te desactiva una red cerebral llamada DMN (Default Mode Network), que está relacionada a las distracciones, y activa la corteza cingulada (que te ayuda a tener mayor enfoque).

Ya podrás imaginar las consecuencias positivas de todo eso: al estar muy concentrados, enfocados, operando en la zona de genialidad, con los sensores de gratificación y recompensa activados y sin tanto estrés, se logra más productividad y disfrute del proceso.

Flow es sin duda, un poderoso recurso no explotado, que podemos aprender a manejar como ejecutivos, para tener una vida más tranquila y obtener resultados aún más efectivos.

 

¿Cómo lo activamos?

La ciencia apunta seis elementos como fundamentales para el estado de fluidez; y acá te los explicó en detalle:

El primero a considerar es que ese estado de concentración plena, llega a partir de una combinación perfecta entre actividades que te desafíen y te permiten percibir que aprendes; al mismo tiempo que te aumentan tu confiabilidad y la seguridad que cuentas con las habilidades para manejar dichos desafíos. 

La gráfica a continuación te puede dar una idea más clara; si el desafío es máximo lo que te genera es estrés, ansiedad, preocupación, etc. Por otro lado, si tus habilidades son muy grandes, puedes relajarte demasiado o hasta aburrirte. Es en el balance que logras fluir; cuando sabes que puedes ejecutar lo que tienes frente a ti y, aun así, requiere de tu esfuerzo.

Flow Chart
Flow Chart

Si piensas en los deportistas o un artista, queda fácil comprenderlo. Antes de iniciar la carrera, o pintar el canvas, ellos pueden sentirse confiados; pero, al mismo tiempo, saben que es en la ejecución (técnica, atención, etc.) que se darán los resultados.

  1. Así que nuestro primer elemento es: la perfecta mezcla entre desafío y habilidades.
  2. Claridad mental: este punto habla de metas claras. Pero me he percatado, trabajando con cientos de ejecutivos, que aun y cuándo se las tiene, si la mente no está tranquila el estado de flow nunca se activa. Por ello, recomiendo empezar todas las mañanas con algo que te lleve siempre al estado mental de mayor paz (algunos temas que ayudan: meditación, journaling, box breathing, etc.).
  3. Dominio personal: se refiere a tus habilidades; por lo que puedes ser muy intencional en ello. Si una tarea es compleja, romperla en pequeños pedazos te dejará con la sensación de que puedes con ella. Imagina alguien que se está preparando para un triatlón; en lugar de estar en constante estrés, por todo lo que tendrá que ejecutar, se preocupa primero en estar bien en los preparativos para la carrera, después en el nado, etc.
  4. Concentración enfocada: nuestros días son llenos de interrupción, por lo que si deseas estar en flow tendrás que hacer algunos ajustes; por ejemplo, bloquear espacios en tu agenda, hacer los acuerdos necesarios y, principalmente, respetar el compromiso contigo mismo (a). Yo usó la función “no molestar” en el celular, y trabajó en bloques de 2-3horas totalmente enfocada; si, en tu caso, son 30minutos… hazlos valer.
  5. Feedback: los artistas tienen feedback rápido de su obra; mientras la crean pueden ver si está quedando bien; los deportistas también. Para ayudar a tu dopamina (el activador de recompensa inmediata en el cerebro), no te olvide diseñar un sistema de medición de tu avance; por ejemplo: cuantificar el tiempo para crear algo.
  6. Proceso: ese es tal vez el elemento que más quita las personas del estado de flow. Un deportista sabe, por ejemplo, que su objetivo es lograr la medalla al final de la carrera; pero mientras practica la actividad, su enfoque está en ejecutar bien la técnica que necesita, estar atento a sus emociones y pensamientos y observar de forma fluida a su competencia, sin intentar controlar lo que hacen. Si te enfocas más en el resultado que en el proceso, lo único que lograrás es aumentar tu estrés, el cortisol, e intentar ser multitarea… lo que ya sabemos, no es fluir.

Con esos elementos, podrás lograr estados de mayor consciencia y concentración.

Nota que, en lugar de pensar en rendimiento y desempeño óptimo como una cuestión de velocidad y cantidad de acción, el estado de flow se trata de precisión y enfoque; de tomar el tiempo para ralentizar y enfocarse en cada acción, lo que permite alcanzar logros aún mayores.

La gran paradoja es que haciendo menos… logras más.

 

"Time slows down. Self vanishes. Action and Awareness merge. Welcome to flow”.

- Steven Kotler

Te invitó a que lo intentes:

 

¡Que tus días sean de mucha fluidez!

Cada momento de nuestro día tomamos cientos de resoluciones; de hecho, para ser precisa, según estudios de la Universidad de Berkeley son alrededor de ¡35,000 decisiones al día!; y claro, eso requiere mucho de nuestro cerebro.

¿Te has preguntado alguna vez cómo es el proceso mental que seguimos al tratar de incorporar, por ejemplo, el ejercicio físico a nuestro día a día? Puede ser un reto, especialmente si aún no hemos desarrollado el hábito de hacerlo regularmente. Hay tantas cosas que considerar: el tiempo, si tenemos la ropa y los zapatos adecuados, el espacio físico disponible, los horarios y, por supuesto, cómo nos sentimos anímicamente.

Cada vez que tomamos una decisión, nuestro cerebro entra en una verdadera batalla entre dos sistemas importantes; por un lado, tenemos a la amígdala, encargada de evaluar los riesgos y proteger nuestra seguridad; por otro lado,  a la corteza prefrontal que, inteligentemente, nos tranquiliza diciendo qué es lo mejor para nuestra salud.

Ese proceso complejo puede llegar a ser agotador, e incluso tiene un nombre: "fatiga de decisión”. Cuando tu cerebro está en ese estado, simplemente empieza a tomar decisiones más pobres, que a menudo son causa de conflictos personales, pérdidas financieras, pudiendo afectar incluso tu salud mental y emocional. 

Pero hay algo que puede ayudar a evitar dicha fatiga: tomar un menor número de decisiones; lo que es posible a partir de modelos mentales, que te ayudan a pensar de mejor forma.

Hoy te compartiré uno de mis favoritos, que aplico hace algunos años:

UNA decisión que conlleva varias otras

Una forma muy efectiva para reducir el número de elecciones en un día, y evitar el conocido monkey mind, es establecer una decisión principal que abarque muchas otras decisiones menores.

Tomemos como ejemplo que desees mejorar tu físico; si tienes que decidir en cada uno de los aspectos que eso involucra, estarás monitoreando desde cómo alimentarte y qué ejercicios elegir, hasta a qué horas debes dormir, cómo reducir la ansiedad y controlarte durante el día, cómo decir NO a los amigos para no pasarte, etc.; el proceso puede ser abrumador. Cada una de estas decisiones, por sí sola, puede llevar a cientos de pláticas internas subconscientes y dejar tu mente en un constante estado de confusión.

Pero sí, al contrario, en lugar de "tener que” pensar en cada resolución por sí sola, simplemente “te decides” a ser saludable y disfrutar la vida manteniéndote activo, reducirás de forma importante el número de elecciones sin tener que pensar demasiado en ellas.

O sea, al optar por estar sano, no tienes que preocuparte tanto por rechazar ciertos alimentos, porque te será natural hacerlo.

Tu "única" decisión de ser saludable conlleva mil otras pequeñas decisiones, y sirve para que desarrolles cualquier hábito que desees.

“Don’t make a hundred decisions when one will do” - Jim Collins

Otra estrategia útil, que sirve para enfrentar dilemas complejos en el trabajo, es utilizar este modelo mental para enfocarse en la decisión más importante. 

Por ejemplo, imagina que tienes que decidir si aceptar una alianza con una empresa que te ofrece mucho dinero y te posiciona como líder de la industria, pero que ha tenido problemas de integridad en el pasado. Esta decisión puede generar un debate interno interminable, con abogados evaluando la situación, el CFO imaginando los beneficios financieros y tú, como directivo de alianzas, pensando en el potencial de la empresa como líder absoluto del sector.

Es difícil tomar una decisión cuando esta involucra múltiples factores e intereses. ¿Cómo sería posible simplificar el proceso y reducir el esfuerzo mental, si hay argumentos tanto a favor como en contra?

Una solución muy efectiva es recordar cuál es la decisión más importante. En este caso, la verdadera decisión no es acerca del dinero, sino de si estarías dispuesto a trabajar con una compañía que evidentemente tiene una mala reputación en el mercado y que podría poner en riesgo tu propia cartera de clientes.

Al enfocar en la cuestión crucial y apoyarte, por ejemplo, en los valores de la compañía (“integridad, honestidad o poner en el cliente en el centro de todo”), evitarías muchas discusiones y pérdida de tiempo.

Como menciona Ray Dalio, en su libro The Principles, cuando se tienen las reglas del juego claramente definidas no es necesario dedicar tanto tiempo a pensar en la decisión.

Este es otro ejemplo donde UNA decisión conlleva varias, y hace la vida más fácil.

"Como líder, puedes simplificar el proceso de toma de decisiones, asegurándote de que todos los de tu equipo tengan claridad de los valores y principios de la empresa. De esta forma, siempre sabrán exactamente qué hacer y cómo tomar decisiones, incluso cuando no estés presente”.

Dall.e

¿Listo para ponerlo en práctica? Acá algunas preguntas para que reflexiones:

(Dedica algunos minutos a los cuestionamientos, y verás cómo simplificará tu año).


Recomendaciones de la semana:

Ray Dalio explicando su modelo de toma de decisiones
Ray Dalio

Glassdoor acaba de publicar una lista con los 100 CEOs más admirados del mundo, votados por sus propios colaboradores de forma voluntaria y anónima. La lista considera ejecutivos de países como los Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, Francia y Canadá; pero más importante que los ejecutivos votados, son las razones por las cuales son reconocidos como verdaderos líderes. La lista contiene 100 empresas en diversos sectores; lgunos ejemplos son: Bain & Company, Facebook, Google, LinkedIn, Nestlé, Forrester, Delta Airlines, Apple, Airbnb, FedEx, Ikea, etc. Puedes ver la lista completa en el siguiente enlace: https://www.glassdoor.com/Award/Best-Places-to-Work-LST_KQ0,19.htm

De todas ellas, el CEO que salió este año con un impresionante 99% en el ratio de aprecio fue Benno Dorer y su empresa, The Clorox Company. Empezaré mencionando cuáles son algunas de las ideas (y prácticas) del CEO más admirado de EE. UU. en 2017, en sus propias palabras:

  1. Los líderes contribuyen a crear un ambiente y atmósfera positiva de trabajo, compartiendo la visión de futuro de la empresa, de forma que los colaboradores trabajen inspirados por ella.
  2. Empoderan a los colaboradores para que, así como los líderes, ellos también tengan la oportunidad de tomar decisiones difíciles y crecer.
  3. Miden el engagement de forma periódica y toman acciones para corrección de rumbo.
  4. Los líderes dicen "para cuándo" requieren algo, pero dejan que sus colaboradores decidan el "cómo" y "de qué forma". Ayudan a que la gente siempre pueda dar lo mejor de sí a partir de un ambiente de apoyo extraordinario.
  5. Permiten que salga la creatividad. Las mejores ideas no provienen de las salas de juntas, sino de los momentos en los que tus colaboradores están más relajados. No se trata de trabajar largas horas, sino de ser inteligente acerca de cómo invertir tu tiempo en el trabajo.

Benno toma tan en serio el tema de la cultura que su remuneración está asociada al engagement de sus colaboradores. Sin duda, demuestra que su estilo de liderazgo es lo que da el tono a la cultura de su empresa.

Las ideas pueden ser simples, pero vale la pena la reflexión: ¿Crees que en tu empresa los líderes realmente apoyan a los colaboradores para que piensen y decidan cómo actuar, con espacio para que demuestren su creatividad y apoyo en caso de que fallen al tomar decisiones difíciles? ¿Crees que la primera línea o cualquier colaborador es capaz de articular la visión futura de tu empresa y se siente inspirado por ella? ¿Crees que el engagement se tome tan en serio que los ejecutivos solo reciban sus bonificaciones a partir de él?

Son muchos los ejecutivos aquí en México y Brasil que desean crear ambientes de trabajo similares a este, pero aún no han encontrado las claves por dónde empezar. Por ello, aquí te dejo también tres de los mayores indicadores de satisfacción e insatisfacción de las empresas donde están los 100 CEOs más votados. Observarlos con atención puede darte la clave para ganar sus corazones:

"#1WorkLifeBalance- este fue el indicador que más apareció, para que las personas considerasen positivo trabajar en la empresa y admiraran al CEO que la comanda. Para algunas personas puede no sonar sorprendente, pero este punto está muyyyy por delante de otros como “great pay”. Otro factor interesante para observar acá, es que cosas sencillas como “poder trabajar desde mi casa” y “tener comida gratuita en la oficina” parecen ser los dos puntos que más pesan en el balance vida-trabajo.

También se mencionó con alto puntaje en algunas empresas, que los colaboradores admiran cuando los líderes actúan con el lema "work hard play hard", es decir, que nadie está en contra de un poco de presión y trabajo duro, siempre y cuando exista un equilibrio para también divertirse.

#2PositiveEnvironment- el segundo ítem de la lista está relacionado con la cultura de la empresa, el ambiente, los valores y tener personas buenas que buscan ayudarse y formar equipos. El ambiente positivo es el segundo criterio más valorado.

Otro concepto que apareció en algunas respuestas fue el "sentido de propósito"; el hecho de que la empresa tenga una misión clara y que los colaboradores la comprendan y se sientan involucrados en ella.

"#3GoodBenefits - el tercer ítem involucra beneficios; pero, por las respuestas que leí de los colaboradores, también suena mucho con “reconocimiento”. O sea, las personas hablan de la gratitud por lo que la empresa hizo en mandarles en un viaje o de apoyarles con algún tipo de estudio o, incluso cómo involucran a sus familias en este reconocimiento.

Veamos ahora los tres criterios que más pesaron para las clasificaciones negativas (no te sorprendas, pero el número 1 positivo también es el #1 negativo):

#1WorkLifeBalance - el principal reclamo, de las personas que no están satisfechas, dice respecto de las largas jornadas de trabajo y tiempo que tienen que dedicar a/en la empresa.

#2GrowingPain - el segundo se relaciona con las empresas que están creciendo de forma acelerada o que tienen constantes cambios organizacionales. Al parecer, el principal problema es que las funciones dejan de tener definición clara, los roles y responsabilidades se mezclan y, especialmente, hay mucho trabajo en silos, lo que termina por dar la impresión de que todos trabajan solos.

#3CareerDevelopment - no tener un plan de carrera y mucha política en el medio, es el tercer indicador de insatisfacción. Las personas quieren sentir que están creciendo y que la empresa las está apoyando en este crecimiento.

Otros ítems asociados con la insatisfacción hacen mención al estilo de liderazgo de sus superiores y a las excesivas políticas internas. Es interesante notar que temas como desarrollo de carrera, cuando están bien, no son los más votados; pero no siendo de esa manera, salen dentro del top 3. Es una clara señal que este punto refleja una expectativa dada como cierta por parte de los colaboradores y, al no tenerlo, genera mucha frustración.

En mi experiencia como empresaria, tengo la fortuna de apoyar a muchos Ejecutivos en esos temas, y me encanta traerles algunas de las mejores prácticas que he acompañado, especialmente en Silicon Valley. Así que hoy te comparto dos ideas, que puedes empezar a aplicar:

“Employees who believe that management is concerned about them as a whole person - not just an employee - are more productive, more satisfied, more fulfilled. Satisfied employees mean satisfied customers, which leads to profitability.” Anne M. Mulch -Xerox

En otros artículos, seguiré compartiendo ideas que puedes aplicar en tu empresa, porque ya notarás que, al final del día, lo que hace que estas empresas y los CEOs votados sean tan admirados, no son herramientas y recursos, sino el hecho de tratar a los colaboradores de todos los niveles como “personas”.

Ética, valores, camaradería parecerían requisitos tan obvios, que muchos Ejecutivos no ponen foco en ello, creyendo que todos lo hacen naturalmente; pero son justamente esos puntos que harán que la cultura de tu organización hable por sí misma, y que tus clientes queden espectacularmente encantados.

La mayoría de los ejecutivos sienten que mantener el foco está entre sus problemas #1 durante la semana. Pero cuando les pregunto qué tenían en mente para ese periodo de tiempo, las respuestas varían entre "la verdad, es que siquiera puedo decirlo, porque las prioridades cambian todo el tiempo" o "no sé exactamente cuál era mi prioridad al inicio".

Mantener el foco puede ser mucho más sencillo si uno establece lo que quiere lograr de la semana, o cual es la actividad más importante para lograr los resultados que uno espera. =)

Déjame hacerte algunas preguntas:

¿Cuando piensas en el 100% de lo que haces, cuál es el 100% dentro del 100% que realmente hace la diferencia?

¿Difícil? Intentemos entonces la Ley de Pareto...

¿Cuáles son las actividades relativas al 20% dentro del 100%, que realmente producirán el impacto que esperas? Pero no paremos ahí: ¿cuál es el 20% del 20% que realmente hace la diferencia?

La ley de Pareto, el 80-20, no es ninguna novedad para la mayoría de nosotros; pero, a veces, uno está tan sobrecargado que hasta identificar el 20% es una tarea adicional. Si a ti también te dificulta la respuesta a estas preguntas, hoy te invito a hacer un ejercicio: "back to the future".

Hay dos formas de hacerlo.

1) si en algún momento ya lograste lo que estás deseando lograr esta semana:

2) si lo que quieres lograr es algo nuevo:

A veces, ideas sencillas como esta nos ayudan a organizar las ideas, tener claridad y mantener el foco. Espero que la pongas en práctica.

¡Buena semana!

Hay un momento del año, especialmente en los meses de julio y noviembre, donde los ejecutivos empiezan a recibir el temido feedback. Ya sea a través de evaluaciones 360º o cualquier otra metodología de la empresa, solo el saber que alguien va a opinar acerca de su performance y comportamiento, ya crea un ambiente poco estable.

Por ello, resolví escribir este artículo hoy, para que, si este es tu caso, o de alguien que conoces (ya sabes, el amigo, el amigo del amigo jaja), puedas ver de una vez por todas la retroalimentación de una forma completamente diferente.

Para empezar, vamos a comprender la terminología:

El feedback es una percepción y, a veces, esta es correcta y otras no tanto.

Un ejecutivo, con quien trabajé, recibió el peor puntaje de la historia en relación a “crear ambientes colaborativos” y lo mejor en el ítem de “resultados financieros y satisfacción de clientes”.

Desde el punto de vista del propio ejecutivo es que trabaja mucho, se dedica para hacer los números y para que su área siga creciendo, y que sus colaboradores y pares no le apoyan, y tiene que hacer todo solo.

Percepción.. percepción.. percepción...

Cuando vio el resultado de las evaluaciones, se le hizo difícil al ejecutivo apreciar lo positivo; desafortunadamente, la calificación negativa en colaboración le provocó mucha frustración... más aún, estaba atónito al saber que nadie nunca le había platicado eso antes.

Correcto o no, el feedback mostraba la percepción de la gente frente a las acciones del ejecutivo, sin saber que él también estaba resentido por la falta de apoyo y colaboración de otros. Cada cabeza es un mundo distinto, las personas perciben las cosas de formas diferentes, así que lograr saber lo que piensan es de mucho valor.

¿Cómo sería tener 10 ojos adicionales?

Cierta vez, un ejecutivo me preguntó: ¿Por qué debo de dar atención a lo que es solo la percepción de los demás?... Ellos pueden estar equivocados.

Es cierto, pueden estar equivocados. Por eso, cuando recibes feedback, tienes la oportunidad de oro de decidir si quieres cambiar o no, en base a lo que los demás te están diciendo que aparentemente no está funcionando.

Si no sabes en qué mejorar, dos cosas pueden pasar: o te quedas estancado donde estás, sin crecer, o la vida te propiciará momentos dolorosos para que te des cuenta de lo que debes optimizar.

Ninguna de las opciones es favorable.

La imagen de tener 10 ojos adicionales puede no ser bonita, pero imagina cómo aumentaría tu consciencia al tener tantos ojos que puedan percibir lo que está pasando. El feedback es exactamente eso: son ojos adicionales que te están mirando, quieras o no, y que perciben cosas que tú mismo no eres capaz de ver.

Esto me recuerda una teoría o modelo interesante llamada “Ventana de Johari”, ¿la conoces? Básicamente, es una teoría que aborda nuestras relaciones interpersonales; contempla cuatro cuadrantes:

  1. Lo que tú sabes de ti mismo y lo que los demás también saben (área abierta)
  2. Lo que tú sabes de ti mismo, pero los demás no lo saben (área oculta)
  3. Lo que tú no sabes de ti mismo, pero los demás sí lo saben (área ciega o de miopía)
  4. Lo que ni tú ni los demás saben de ti (área desconocida)

Es fascinante adentrarse en este modelo, porque queda claro que no podemos saber todo, ni nosotros ni los demás.

Entonces, imagina que la retroalimentación, te dará la posibilidad de resolver el punto número 3: lo que los demás saben de ti, pero que tú mismo no sabes porque actúas de forma automática o ya asumiste que la forma como actúas siempre te funcionó y seguirá funcionando si la usas.

El miedo de pedir feedback.

Dicho lo anterior, hay pequeñas piedritas que tenemos que quitar del camino, si queremos dar y pedir feedback de forma adecuada.

Hay varias razones (y algunas bien acertadas) por las cuales las personas no quieren solicitarlo:

Con tantas razones, es evidente que el miedo por ambos lados existe. Déjame entonces decirte algunas cosas que no funcionan:

Lo que sí funciona:

Si a ti también te parece una buena idea la pregunta ¿Qué puedo hacer para mejorar?, lo que sugiero es que agregues en tu calendario y la hagas al menos 2 veces al año con un grupo de personas. Te impresionarás con la cantidad de buenas ideas, que surgirán a partir de un ambiente amigable y poco defensivo. Todos se benefician: tú tendrás nuevas opciones en las manos y tus colaboradores sentirán que están siendo guiados por un líder que se interesa en sus opiniones.

Espero que este artículo te inspire a solicitar más feedback, y si tienes alguna idea adicional, estaré encantada en escucharla.

¿Eres del tipo de ejecutivo que llega a la oficina muy temprano, eres el último en salir y el trabajo parece multiplicarse durante el día en lugar de disminuir?

He conocido a muchos ejecutivos que están viviendo esto. Es más, no solo lo que planearon para el día parece no ocurrir, sino que el propio trabajo se va reproduciendo como en la película de los gremlins: una gotita de agua y listo, ya nació otra actividad.

Hoy te invito a comprender algunas de las razones por las cuales eso puede estar pasando y lo que puedes hacer al respecto =)

Ciertamente, hay muchas causas para el exceso de trabajo, e intentar ilustrarlas todas aquí sería una pérdida de tiempo; puede ser que tengas jefes que cambian de prioridad todo el tiempo o que tu seas un ejecutivo muy proactivo que quiere ayudar a todos y terminas con la agenda llena de juntas o, tal vez no estás sabiendo cómo delegar correctamente.

Decidí escribir hoy acerca del acto de delegar, porque este parece ser lo que genera mayor confusión en la actualidad.

Por cierto, si este es tu caso, no te sientas mal. La verdad es que a veces parece más sencillo repasar la tarea pensando que el otro la hará tal cual tú lo harías, o repasar la tarea y olvidarse de ella, porque tienes muchas otras cosas en qué pensar. Parece ser más sencillo, pero al final, justo eso es lo que te quitará más tiempo.

Cristina es una ejecutiva que pensaba que sabía delegar, pero los resultados no confirmaban esta premisa. Hemos estado trabajando en el tema, y llegamos a la conclusión de que lo que hacía era repasar actividades, principalmente las que ella no quería hacer, por ser más operativas que estratégicas.

El modelo era algo así: ella decidía la tarea, llamaba al colaborador que parecía ser el más responsable de su equipo, le indicaba lo que debía hacer, y cuando llegaba a la fecha límite se sentaba con él para recibir lo que había solicitado. Resultado: mucha frustración, malos entendidos y retrabajo.

La verdad es que la situación emporaba aún más, ya que después de recibir el trabajo hecho, ella dedicaba horas y noches para rehacerlo (porque obviamente ya no había tiempo suficiente para dar indicaciones). Cristina estaba agotada. Sentía que estaba haciendo su trabajo y también el de sus colaboradores. Estos últimos también lo estaban haciendo, porque a pesar de todo el esfuerzo, nunca parecían dar en el clavo en cuanto a lo que ella esperaba.

Después de nuestro proceso, Cristina pudo darse cuenta de las brechas que existían y de la enorme diferencia que hay entre “repasar tarea” y “delegar efectivamente”. Te comparto aquí 8 de sus aprendizajes, para que también tú puedas hacer un autoanálisis acerca de si estás delegando de forma efectiva:

  1. Al decidir una tarea, no olvides que seguramente los colaboradores ya tienen una lista de prioridades. Cristina les decía qué hacer y no se preocupaba por este punto, ya que ellos deberían decir si tendrían problemas para hacerlo. Mi recomendación: olvide que alguien debería/podría/tendría que hacer algo y asegúrate tú de traer el tema a la mesa. Tan sencillo cuanto preguntar, ¿cómo encaja esto dentro de tus prioridades? o ¿cuál es el impacto de asumir esta nueva responsabilidad frente a lo que ya tienes? Esto te permite a ti y al colaborador saber el impacto y tener menor frustración futura.
  2. El trabajador de mayor responsabilidad no siempre es la persona más adecuada para el trabajo. La tentación de Cristina era repasar la tarea con alguien que sabía que respondería a la altura, pero esta estrategia puede ser muy dañina. Es importante encontrar a quién tiene el mejor skill y conocimiento para ejecutar la tarea, y ayudarlo a hacerse responsable de lo que está recibiendo.
  3. Al indicar la tarea, diga qué espera y para cuándo. Deje que la persona se manifieste acerca del cómo y qué hará. Si estás tratando con alguien que aún no conoce tu estilo o que aún no tiene experiencia en el tema, lo mejor es hacer un rápido esbozo acerca de lo que esperas como resultado final, dando la oportunidad para mencionar lo que añadiría o haría diferente. Actúa como coach, no hables todo el tiempo, deja que la persona demuestre lo que comprendió de tu petición y cómo lo haría.
  4. FUNDAMENTAL: hacer acuerdos (puedes revisar otro artículo que he escrito acerca del tema aquí en linkedin). Sin acuerdos, ambos tendrán puras expectativas frustrada. Un acuerdo no es decir lo que se debe de hacer y cerrar la puerta. Es escuchar y encontrar un modelo ganar-ganar para el trabajo. Negocia fechas, entregables, el modelo de revisión, pero no la tarea.
  5. Delegar no es pasar o librarse de lo que no deseas hacer. Cuando menciones el tiempo (deadline), recuerda que tendrás que hacer checkpoints con anticipación para asegurar que todo sigue en curso (esto puede tomar 5 minutos y evitará que tengas la decepción de saber en el último día que la tarea no será concluida, porque alguien no envió la información a tiempo al colaborador).
  6. No permitas que te deleguen de regreso o cambien los acuerdos. Ayuda al colaborador a asumir la responsabilidad que le toca. Si algo sale de curso y el colaborador te pregunta si podrías cambiar la fecha de entrega, cuestiona acerca de lo que “él” piensa que será el impacto de cambiar la fecha y que te diga alternativas para no hacerlo. Cristina percibió que muchas veces, las cosas se quedaban atoradas por falta de una sencilla llamada telefónica o visitar a la persona, ya que no contestaba teléfono.
  7. No seas el héroe (I). Cuando vengan a decir que algo está difícil, ayuda con recursos, con indicaciones, pero permite que el colaborador tome por sí mismo la acción (con tu respaldo), en lugar de que tú pongas en tus prioridades la tarea que él debería hacer. Si ves algo que el colaborador aún no ve, ofrece retroalimentación positiva y cuestiónalo acerca de lo que necesita para regresar al track.
  8. No seas el héroe (II). Nada de tomar la tarea y rehacerla … eso no te ayuda como líder, minimiza la confianza del equipo en ellos mismos y no es beneficioso en ningún sentido. Cuando intentas rehacerla tú mismo, vas a recordar cosas, querer hacer distinto, poner más información, cambiar el layout y cuantas modificaciones las horas de la madrugada te permitan… el efecto gremlins se activará. Puedes dar tu toque personal (sin duda), pero es aún más positivo trabajar los últimos detalles con la persona que está elaborando el trabajo (se sentirá importante al tener tu retroalimentación y aprenderá para las próximas ocasiones).

Delegar efectivamente, es delegar responsabilidad y no solo tareas.

Haciéndolo bien, es increíblemente enriquecedor y benéfico.

Tendrás más tiempo en tus días y a tu alrededor estarán personas más motivadas, que sienten que el líder confía en ellas y que pueden aprender en la organización y crecer. Finalmente, no olvides dar crédito y reconocimiento a quienes completen el trabajo y de tomar decisiones cuando la delegación no está funcionando.

Ahora cuéntame acerca de ti…

¿Qué dificultades estás teniendo en el momento de delegar? ¿Lo haces a menudo o prefieres hacer las tareas tú mismo porque los resultados siempre están debajo de lo deseado?

Hay muchas más alternativas, y estaré feliz en ofrecerlas si mencionas tus desafíos.

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